enero 2013
martes, 8 de enero de 2013
CUENTO DE ENERO
CUENTO DEL MES: ROSA CAPRICHOSA Y LOS ANIMALES DEL JARDÍN
http://www.youtube.com/watch?v=2Fp3bqHP-LY&sns=em
http://www.youtube.com/watch?v=i07qz_6Mk7g&sns=em
“¡Nada
de caprichos! ¡Nada de caprichos!” era la única frase que Rosa
oía desde que empezó a faltar el dinero en casa, una vez que su
papá se quedó sin trabajo. Y eso que a Rosa nadie le había
enseñado a distinguir qué era un capricho y qué no lo era. Pero
tenían tantos problemas, y Rosa seguía pidiendo tanto aquello que
le gustaba, que un día sus papás le dijeron
“Todo
lo que pides son caprichos, Rosa. Eres una caprichosa”.
Aquello
no le gustó nada a la niña, siempre dispuesta a ayudar, pero sin
saber cómo. Y como siempre que no sabía qué hacer, Rosa salió al
jardín. Allí, contemplando los animales, las flores y la
naturaleza, a menudo encontraba buenas ideas.
Ese día se quedó largo rato observando una familia de pajarillos. No tenían pinta de tener dinero, ni un empleo, así que la niña pensó que probablemente aquella pequeña familia tampoco pudiera permitirse ningún capricho. Pero a pesar de ello, no se les veía tristes. Y tampoco parecían estarlo las ardillas o las mariposas. De modo que la niña pensó en pedir únicamente aquellas cosas que viera en los animales: de esa forma dejaría de ser una niña caprichosa, fuera lo que fuera eso, y además estaría feliz.
Ese día se quedó largo rato observando una familia de pajarillos. No tenían pinta de tener dinero, ni un empleo, así que la niña pensó que probablemente aquella pequeña familia tampoco pudiera permitirse ningún capricho. Pero a pesar de ello, no se les veía tristes. Y tampoco parecían estarlo las ardillas o las mariposas. De modo que la niña pensó en pedir únicamente aquellas cosas que viera en los animales: de esa forma dejaría de ser una niña caprichosa, fuera lo que fuera eso, y además estaría feliz.
Así,
observando a las hormiguitas recoger comida, aprendió que comían la
comida que encontraban, aunque no fuera la más dulce o sabrosa, y
ella misma decidió aceptar sin protestas lo que cocinara su mamá.
De
los perros y su pelaje, aceptó que había que llevar ropa para
abrigarse, pero que no era necesario cambiarla constantemente, ni
utilizar mil adornos diferentes.
De
los pájaros y sus nidos, comprendió que tener una casa cómoda y
calentita es importante, pero que no tiene por qué ser enorme y
lujosa, ni estar llena de cosas.
Y
así observó y aprendió muchísimas cosas de los animales, y de
cómo ellos no tenían problema para distinguir lo que era
verdaderamente necesario de lo que era un capricho. Pero lo que más
le gustó de todo lo que aprendió fue que todos los animales
jugueteaban y se divertían. Eso sí, siempre lo hacían con aquello
que encontraban a su alcance, sin tener que usar juguetes especiales
o carísimos.
Desde
entonces, Rosa dejó de pedir todas aquellas cosas que sus amigos los
animales no habían necesitado nunca. Y comprobó que podía ser
incluso más feliz prescindiendo de todo eso. Y no sólo se sintió
fenomenal, sino que nadie más volvió a llamarla “niña
caprichosa”
FIN
FIN
Pedro
Pablo Sacristan
AHORA OS DEJO UN PAR DE ENLACES CURIOSÍSIMOS PARA QUIEN QUIERA VERLO:
http://www.youtube.com/watch?v=i07qz_6Mk7g&sns=em
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